jueves, 16 de junio de 2011

Las magas –experiencias-


Alejandro Jodorowsky nació en chile en 1929, hijo de emigrantes rusos se adentro en el mundo del arte através de las artes escénicas, dentro de estas tuvo un éxito sorprendente haciendo varias obras conceptuales de horror. Jodorowsky destaca también –y quizá sea por lo que muchos lo conocimos- en la cinematografía, haciendo obras como: “La montaña sagrada”, “El topo”, “Fando y Lis”. Sus obras literarias son bastante posteriores a su otra carrera artística, teniendo en su haber obras que van desde cuentos hasta una autobiografía, estando está  última, escrita en un sentido de prosa poética, muy sencilla de leer y que te mantiene entretenido un buen rato.
La autobiografía la dividió en dos partes, donde el autor nos cuenta la forma en que ve la vida y porque ha llegado a pensar lo que nos describe en cada una de sus obras en las diferentes disciplinas artísticas. “El maestro y las magas” es pues la segunda parte de su autobiografía que describe otra situación de su vida después de “La danza de la realidad”.
La obra “El maestro y las magas” nos habla sobre su inclusión en la filosofía oriental conocida como zen, el título deriva de el entorno que tiene la obra puesto que habla solamente sobre su relación amistosa con su maestro en tal filosofía que lleva por nombre Ejo, y cómo éste le enseño que a través de las mujeres o <<magas>> se puede conocer el verdadero significado delas enseñanzas de los koans. Durante el relato, Jodorowsky nos cuenta como fue que conoció a éstas mujeres como son: Leonora Carrignton e incluso a la misma María Felix, relatando como cada una por su estilo de vida y su “misterio de mujer” resolvían la filosofía de los Koans, aprendiendo Jodorowsky de ellas las respuestas a tal filosofía oriental, y por tanto logrando lo que él llama, una “transformación” en su vida o mejor dicho un mejoramiento personal.
La forma de describir a cada mujer, me hizo pensar por algunos momentos, que en verdad las mujeres eran <<magas>>; sin embargo hay que reflexionar, la forma que el poeta usa como recurso para hacer de lo más inmundo una belleza. Y no es que llame inmundo al género femenino, pero en verdad pongo en duda que Jodorowsky haya encontrado lo que nos dice encontrar –toda una transformación personal- en relaciones amorosas con mujeres. La forma en que describe las situaciones, donde la magia es casi palpable –como en el caso de Leonora Carrington, donde pareciese que la química nace con un simple “hola”- me hace creer que el autor esta proyectando lo que él busca dentro de la forma de vivir de la mujer.
Desde este punto podríamos pensar  que la obra es una exageración. Pero ¿a usted querido lector, no le ha cambiado la vida una mujer? Veamos la contracara y quizá comprendamos a Jodorowsky en lo que nos relata de su autobiografía. Quizá cuando conocí a mi ex – novia –aquella que podríamos decir “quise” mejor- no me enseño con su vida filosofía oriental, pero sin duda aprendí dentro de lo que yo vivo bastantes cosas, sin duda el simple mal ejemplo que me daba a veces era bastante para que yo cambiará también esa actitud en mí. ¿No es eso pues un tipo de transformación? Si bien Jodorowsky le da un valor más que especial a la figura femenina, no olvidemos que la obra esta escrita en algún momento casi como una narrativa en prosa poética, entonces agreguemos el encanto poético y listo, nos queda una mujer maga, que transforma la vida de los hombres con su experiencia.
Pongamos un ejemplo de un clásico de la literatura “Romeo y Julieta” es una tragedia, una historia que de una forma física la mujer logra que el hombre pierda la vida en un acto romántico, de un enamorado siguiendo sus ideales. Y quizá es eso,  vivimos encontrando en ellas lo que no podemos ver en nosotros, nos volvemos incautos de su pensar y a la vez el cordón natural que nos ata a sus huesos como prometeos encadenados a una mujer. Pienso pues que la transformación de la que habla Jodorowsky es una tan normal como cada paso que damos por la tierra. Si, quizá exagere a la hora de describirnos los momentos que vivió al lado de estas mujeres, o de las experiencias que nos relata. Pero no podemos negarle que esta lectura nos ayuda a comprender más allá del  tema que nos dice. Jodorowsky se vuelve –si queremos- nuestro maestro y mago a la vez, nos enseña con su forma de vida, todo aquello que el aprendió durante su paso por el mundo que tiene.
“El maestro y las magas” es pues una lectura entretenida, de un hombre que aprendió de la vida a su paso de conocer diferentes mujeres, que, con su experiencia le enseñaron a vivir de otra forma, espero lector después de hacer aquella lectura aprenda –como yo- una experiencia nueva que lo lleve a conocer a su nuevo yo, buscando en cada experiencia a su propia “maga”.

Quetzalcóatl. (Juan Mariano de Loera Pérez)

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